“Los espectáculos de pájaros en los Aiguamolls de l’Empordà son una maravilla”
El Parque Natural de los Aiguamolls del Empordà es una de las joyas del territorio. Con una observación de un día por sus itinerarios, en época de migración de pájaros, y con unos prismáticos adecuados, se pueden ver unas 100 especies y se pueden experimentar emociones difíciles de describir.
Jordi Sargatal, ornitólogo, naturalista y director del Parque de 1984 a 1998, nos explica la inmensa riqueza de que se concentra en este espacio de 4.729 hectáreas, ubicado entre las desembocaduras del río Fluvià y Muga, y catalogado como una de las principales zonas húmedas de Cataluña. El Parque transmite serenidad y equilibrio y es uno de los sitios ideales para relajarse y a la vez fusionarse con la naturaleza. Una oferta dirigida a Todas las edades y que, os aseguramos, no dejará a nadie indiferente.
Foto: Jordi Meli
Visitar los Aiguamolls del Empordà es una auténtica experiencia de la que siempre se guardará un bonito y agradable recuerdo. Jordi Sargatal, que actualmente es presidente de Amics dels Aiguamolls, nos invita a hacer un recorrido y nos aporta detalles de gran valor a partir de sus conocimientos y de su mirada.
¿Cuál es la época más recomendable para visitar los Aiguamolls?
Primavera e invierno es muy buena época, un hecho muy positivo para desestacionalizar la demanda, aunque el resto del año también se pueden hacer visitas muy interesantes. Durante el periodo del marzo a mayo en el Parque se pueden ver los movimientos migratorios de muchas aves, y en invierno llegan miles del Norte. En primavera, en época de cría, las cigüeñas, por ejemplo, son un espectáculo muy bonito, que siempre aconsejo. Las cigüeñas vuelven a criar en el Empordà y el cielo es más vivo gracias a ellas.
Foto: Jordi Sargatal
¿Qué nuevas especies se pueden observar?
En a los últimos años se vuelven a ver por el Empordà buitres y quebrantahuesos, y se mantienen las águilas doradas y perdiceras, esto es un indicador de calidad ambiental. Quisiera recordar también que hace unos años se introdujo la nutria, que históricamente había sido una especie abundante en las cuencas de los ríos Fluvià y Muga, y ahora se poden ver prácticamente por todas partes. En el Empordà y en el Parque de los Aiguamolls, concretamente, hay una diversidad de fauna espectacular.
Foto: Ramon Faura
¿Dónde más se refleja esta calidad ambiental?
Los ríos están más limpios en los últimos años y también son un buen indicador. Las áreas protegidas han sido clave y hemos conseguido mantener el encanto natural del Empordà. En el Parque se pueden vivir momentos únicos. Yo he viajado por el mundo, he estado y he disfrutado en el Amazonas, los Andes, en la Antártida ... Pero los Aiguamolls son mi paraíso.
Foto: Jordi Sargatal
¿Qué itinerarios destacan?
Todos son muy interesantes. Se puede, por ejemplo, salir del Cortalet o ir hasta el Estany de Vilaüt, que es un oasis de paz, con multitud de aves para observar. Si sumamos una puesta de sol, ya no hay palabras.
¿Algún momento especial durante la dirección de Parque?
La evolución que hizo el Parque de los Aiguamolls fue una gran experiencia de vida. Cada 15 de enero en todo el mundo se cuentan a los patos que hay en las zonas húmedas y si hay más de 10.000 se considera de importancia internacional. Antes de la creación de Parque había una media de 300 patos invernantes. Y a al cabo de 10 años, el invierno del año 1994 se llegó a la cifra de 25.000 patos. Esto era un indicador del gran potencial de la zona. Se hablaba del milagro de los Aiguamolls. Desgraciadamente ahora la cifra ha vuelto a bajar a los 5.000.
Foto: Jordi Sargatal
¿Y el potencial se mantiene?
Va fluctuando y siempre hay que estar atentos para hacer la mejor gestión posible. Se debe trabajar de manera constante, tanto el parque como el entorno. El Alt Empordà es una comarca muy bonita y uno de los méritos es que se ha conseguido que no esté urbanizada en exceso. Tenemos una oferta de camas turísticas adecuada y más que suficiente, y lo que hace falta ahora, por encima de todo, es mantener y conservar el patrimonio natural y cultural. La diversidad de naturaleza y fauna en la comarca es espectacular.
Foto: Jordi Sargatal
¿Una recomendación más allá de visitar los Aiguamolls?
Ir al Cap de Creus y subir al Puig Neulós, donde hay una visión fantástica del Empordà y del Rossellón, para poder comparar. También tenemos el Parque de la Albera, el Montgrí... tenemos espacios protegidos magníficos y únicos. En la comarca hay una oferta de naturaleza, patrimonio, cultura, gastronomía ... que permiten vivir grandes momentos y experiencias.
¿Como presidente de los Amics dels Aiguamolls, cuál es el objetivo principal?
Mantener vivo el espíritu de la campaña de defensa entre la gente que ama y cuida de este espacio. La asociación quiere mantener la llama de este colectivo. Se hacen cursos de naturaleza, excursiones... ya hay más de 1.000 socios.
¿Algún proyecto relacionado con la fauna de la comarca?
Hay dos destacados, el retorno del águila pescadora y de la foca mediterránea, que creo que serían la guinda definitiva para poner en valor la fauna del nuestro territorio.
El Parque de los Aiguamolls del Empordà es una buena opción para relajarse, aprender de nuestra fauna y estar en contacto con la naturaleza. ¡Animaos a conocer sus novedades y observarlo desde su propia mirada!